jueves, 11 de diciembre de 2008

La inmigración.( 14 Kilómetros).


Es muy frecuente encontrar en los medios de comunicación noticias sobre la llegada de pateras a las playas de Canarias, evidentemente de inmigrantes africanos. Ya hace varios años que estas noticias no nos son ajenas, las vallas de Ceuta y Melilla fueron protagonistas de la “avalancha” de la inmigración africana hacia Europa, asimismo el resto de nuestras costas y las de otros países mediterráneos sufren estos flujos de personas. Pero estas noticias se han hecho tan normales que, en la prensa, por ejemplo, se reflejan en un segundo plano, ya no son importantes. Es triste haber llegado a esta situación cuando el problema sigue siendo importante.

14 KILÓMETROS, la película, hace referencia a la distancia que nos separa de África, un continente incomprendido y despreciado, sumido en la pobreza y en continuas guerras. El mundo occidental siempre se ha aprovechado de África, pero nunca se ha esforzado en ofrecerle soluciones efectivas a sus problemas. Millones de africanos nos miran con envidia. Millones de personas que quieren tener una vida mejor. 14 KILÓMETROS nos cuenta el viaje que tienen que hacer muchos de ellos para conseguir llegar a Europa, despojándose de lo poco que tienen, vendiéndose a las mafias, muriendo en el camino. Los tres personajes de la película de Gerardo Olivares representan a todos aquellos que hacen el trayectos de miles de kilómetros, primero por el desierto y después por mar, en cayucos. Malí, Níger, Mauritania, Senegal y demás países de la zona subsahariana son el origen de los inmigrantes que ansían una vida mejor.

La historia tiene fuerza e impacta porque todos sabemos que lo contado es real; los protagonistas hacen de sí mismos… y eso tendría que aumentar la credibilidad, aunque se echa en falta cierta tensión emocional que exigía una mejor dirección de actores. Quizá lo mejor sea su trabajo fotográfico, con imágenes que van perdiendo luz y ganando dramatismo a medida que se acercan a España, y un final de esperanza de gran finura y delicadeza.

A poquito que uno sea sensible esta película golpeará en nuestras conciencias. Las noticias sobre pateras e inmigrantes muertos seguirán en los rincones oscuros de la prensa y la televisión, no nos afectarán. Pero el hambre no entiende de fronteras, seguirán viniendo. La inmigración es un gran problema para el siglo XXI. África seguirá denigrándose si el mundo occidental no apoya la consolidación de sus democracias, con planes de desarrollo, con mayor y más efectiva cooperación.

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